El taekwondo vive una época de cambio y expansión, y pocas figuras encarnan mejor su presente y su futuro que la española Adriana Cerezo. Mientras ella se prepara para defender su corona en Mánchester, la federación internacional, bajo la batuta de Choue Chung-won, impulsa una ambiciosa agenda de digitalización y acción humanitaria que redefine los límites de este arte marcial.
El círculo de una campeona: de la sorpresa al estrellato
Hace poco más de un año, una joven de 17 años llamada Adriana Cerezo (Alcalá de Henares, 2003) irrumpía en la escena internacional. En su debut en el Campeonato Europeo absoluto en Sofía, se colgó la medalla de oro, un presagio de lo que estaba por venir. Meses después, en los Juegos Olímpicos de Tokio, España entera vibró con ella hasta que se proclamó subcampeona olímpica en la categoría de -49 kg. Este jueves, en Mánchester, cierra un ciclo memorable regresando al Europeo, pero esta vez no como una revelación, sino como la rival a batir.
Adriana lidera un equipo español que aspira a superar las ocho medallas conseguidas en la anterior cita continental. Su vida, sin embargo, sigue anclada a la normalidad en el club Hankuk, donde entrena bajo la supervisión de Jesús Ramal. Allí, el éxito y la fama parecen quedar fuera del tatami, que se ha convertido también en una vía de escape de su otra gran responsabilidad: la universidad.
Entre el tatami y las aulas
La medalla de plata en Tokio, conquistada el 24 de julio de 2021, marcó un antes y un después en su vida. Aunque rozó el oro y lo perdió a solo siete segundos del final contra la tailandesa Panipak Wongpattanakit, las lágrimas de aquel momento dieron paso a una sonrisa radiante que se ha convertido en su seña de identidad.
Ahora, si a Sofía y Tokio llegó directamente desde el instituto, a Mánchester lo hace desde la universidad. El pasado septiembre comenzó sus estudios en Criminología, una carrera que compagina con el deporte de élite. De hecho, ha tenido que aplazar varios exámenes finales para poder competir en el Europeo, dedicando sus ratos libres entre entrenamientos a repasar apuntes. Mantener su formación académica es una de sus prioridades, junto a su gran objetivo deportivo: el oro en los Juegos Olímpicos de París 2024. Aquellos siete segundos de Tokio son la espina que buscará quitarse, llegando a la cita francesa con más madurez y una técnica depurada.
Un deporte en constante evolución
El éxito de atletas como Cerezo es el reflejo de la profunda transformación que el taekwondo ha experimentado en las últimas dos décadas. Esta modernización ha sido liderada por el presidente de World Taekwondo (WT), Choue Chung-won, quien asumió el cargo en 2004 con el objetivo de asegurar el futuro del arte marcial en el panorama global.
En una entrevista reciente, Choue destacó las reformas clave que han consolidado la posición del taekwondo, garantizando su presencia en ocho Juegos Olímpicos consecutivos hasta 2028. “Desde que lanzamos el Comité de Reforma en 2004, hemos impulsado innovaciones como el video replay, el sistema de protección y puntuación electrónico (PSS), la puntuación diferenciada, la mejora en la formación de los árbitros y la modernización de los uniformes”, explicó. Estos avances tecnológicos han aportado transparencia y dinamismo a la competición.
Más allá de la competición: el futuro digital y el espíritu humanitario
La visión de Choue no se detiene en la competición. Dos de los hitos más importantes bajo su mandato han sido el debut del parataekwondo en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y la creación de la Taekwondo Humanitarian Foundation (THF) en 2016. “Nuestra visión es ‘taekwondo para todos’. El taekwondo no debe discriminar, debe inspirar”, afirmó Choue. La fundación ya desarrolla proyectos en campamentos de refugiados en Jordania y ha expandido su labor a Ruanda, Yibuti y Venezuela.
Mirando hacia el futuro, el presidente apuesta por la digitalización. “Ya hemos puesto en marcha el taekwondo virtual y hemos entrado en el campo de los esports. Es necesario que WT innove y se adapte a la sociedad: o cambias, o te cambian”, sentenció. El taekwondo virtual ya es una realidad con eventos internacionales consolidados, como el primer campeonato mundial celebrado en Singapur en 2024, y su inclusión en las Olympic Esports Series 2023.
Este espíritu de progreso, anclado en la filosofía de “la paz es más valiosa que el triunfo”, ha sido reconocido con la prestigiosa Copa Olímpica, un símbolo del impacto global de un deporte que, a través de estrellas como Adriana Cerezo y visionarios como Choue Chung-won, demuestra ser mucho más que un simple arte marcial.